Por el recrudecimiento de la ola invernal en los últimos días, nuevamente están a punto de quedarse sin vías los habitantes de la Depresión Momposina.
Esta situación genera traumatismos en el desarrollo de la región y especialmente problemas de movilidad al gremio de transportadores, quienes ven amenazado sus ingresos al tener que tomar vías alternas para llegar a los centros de acopio donde comercializan sus productos agrícolas.
También hay un gran malestar en el gremio de transportadores de pasajeros con destino aBarranquilla, Cartagena, Santa Marta y Valledupar, debido a que sus vehículos se destruyen por el pésimo estado de la carretera Santa Ana – La Gloria, la cual fue adjudicada por el Gobierno nacional al consorcio Vías de las Américas (SAS).
Según los gremios de transportadores y propietarios de vehículos particulares, queda una piedra en la vía del último trabajo realizado, en los que se invirtió por lo menos 900 millones de pesos, gestionados en su momento por el gobernador del Magdalena, Omar Diazgranados Velásquez.
La vía Santa Ana – La Gloria está bajo la responsabilidad del consorcio Vías de las América SAS, firma que adelanta estudios para su pavimentación.
Por esa razón, los mandatarios del sur del Magdalena y de municipios como Cicuco, Hatillo de Loba, Margarita, Mompox, San Fernando y Talaigua Nuevo, que pertenecen a la Depresión Momposina bolivarense, no pueden intervenirla, ya que es una vía entregada en concesión.
Sin embargo, la población más golpeada insiste en que ellos tienen la obligación de presionar al consorcio para que realice los mantenimientos de rutina.
Los representantes de empresas de transporte interdepartamental, como Cootrasnorte, Asotraesmix y Cotranorte, manifiestan que están al punto de la quiebra, puesto que sus vehículos se despedazan en la carretera.
Se tardan entre 6 a 8 horas para llegar a sus destinos, consumen más gasolina y los pasajeros se niegan rotundamente a pagar costos adicionales.
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