Mompox, con todo el valor histórico y cultural que carga sobre sus espaldas, es hoy por hoy uno de los pueblos más olvidados de Colombia.
Tal parece que la otrora próspera provincia, no formara parte de la extensa geografía nacional, y hoy, cuando estamos a un lustro del año 2000, la Villa de Santa Cruz de Mompox, y la Provincia de su mismo nombre, en el departamento de Bolívar, permanecen marginadas de un progreso y un cambio del que sólo se habla en épocas preelectorales.
Las cifras revelan que la isla momposina está retrasada un siglo frente al resto del país: el 70 por ciento de la población urbana carece de agua; el 76,8 por ciento de los habitantes no tienen servicios de energía eléctrica; las redes de alcantarillado escasamente cubren el 20 por ciento del casco urbano; y sólo el 24,8 por ciento de la población tiene acceso a la salud.
En educación, el panorama es igualmente triste: solamente el 42,8 por ciento de los niños tiene acceso a la escuela. La cobertura de la educación media es sólo del 41,2 por ciento; y apenas el 0.8 por ciento tiene posibilidades de ingresar a la Universidad.
El desdén gubernamental hacia Mompox no se compadece con la contribución del pueblo a la historia de Colombia.
Hablar de Mompox, es recordar sus tradiciones gloriosas, sus manifestaciones artesanales y su actitud intelectual. El barón Von Humbolt dijo alguna vez : en Mompox hasta la tierra está saturada de historia , una verdad que todo el país acepta.
Desde sus comienzos, Mompox dio muestras de sus ansias de superación intelectual. Producto de lo cual se fundó un colegio-universidad cuando estos tipos de establecimiento eran poco conocidos en el país y apenas existían en las ciudades más aventajadas de Europa.
En las artesanías y la orfebrería, tampoco se quedaron atrás, De allí que se diga que los momposinos, al igual que los japoneses, son incapaces de crear nada feo.
Y de sus creencias religiosas, ni se diga: precisamente este año cumplen 432 años seguidos de estar celebrando la Semana Santa.
Mompox en la historia Los lugares de privilegio que ocupa Mompox en la historia, están ampliamente tratados en cinco tomos que recogen las actas y las publicaciones de 23 números del boletín historial, sintetizando en sus páginas 50 años de investigación.
Mompox, la valerosa , como se le conoce desde la Colonia, es la cuna de personajes como Benjamín y Mario Alario Di Filippo; este último magistrado de la Corte Suprema de Justicia; Miguel Fernández Piñeres, Orlando Ramírez Román, Saúl Bustamante, Humberto De León, Ernesto Jaramillo y Cecilia Jiménez, entre otros.
Especialistas como Orlando Fals Borda, Donaldo Bossa Herazo, José Nieto Simanca y Moisés Alvarez, han dedicado páginas a Mompox, y ahora forman parte de su Academia de Historia.
Los testimonios sobre la grandeza histórica de Mompox son innumerables. Lo único que le hace falta es una respuesta de las autoridades para no siga abandonada a su suerte.
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